miércoles, 31 de mayo de 2017

8 formas de perder en la construcción

"Es fácil no ver, lo que no estás buscando". 

Ésta frase representa de muy buena manera lo que nos pasa generalmente en los proyectos de construcción. Y es que no sabemos diferenciar con precisión las actividades productivas de las que no lo son.

¿Cuál es esa diferencia?

Las tareas consideradas improductivas son aquellas que no agregan valor al producto o servicio final. En otras palabras son un "desperdicio", una "pérdida".



¿Cuáles son estas ocho formas de perder en la construcción?

1. Sobre-producción: 

Se refiere a toda aquella producción en exceso, por ejemplo planos demasiado detallados, poco prácticos o innecesarios. Más calidad de la requerida o equipamiento altamente sofisticado, cuando en realidad un más sencillo bastaría.

2. Exceso de inventario:

Muchas veces pensamos que almacenar insumos nos converte en profesionales prevenidos. Pero esto implica máyor espacio de almacenamiento, más trabajadores para gestionar esos materiales o equipos, deterioro, obsolecencia, robo. En realidad el inventario excesivo termina ocultando el problema real que es la ineficiencia.

3. Transporte innecesario:

Cualquier transporte dentro o fuera de la obra produce pérdidas de horas de trabajo, pérdidas de material durante el transporte e incluso accidentes de trabajo. Para evitarlo es importante diseñar una correcta distribución del almacen y la obra.



4. Movimientos innecesarios:

Se refiere a recorridos a pie por la obra que son innecesarios. Éstos provocan baja productividad y falta de seguridad. Para reducirlo es necesario acondicionar de mejor manera el sitio de trabajo.

5. Sobre-procesamiento:

Cuando para la elaboración de un producto requerimos materia prima en exceso, equipos o personal se cae en sobre-procesamiento. Incluso esto aumenta la generación de residuos. Otro ejemplo de ello es el de instalar elementos que desinstalamos para luego volver a instalar.

6. Esperas:

Se refiere a ese tiempo de inactividad cuando falta información cómo órdenes de trabajo o planoo, retraso en el transporte. También en este punto podemos incluir las demoras por falta de financiamiento.



7. Defectos de calidad:

Va desde errores en los diseños, pasando por el desfase entre planos de arquitectura e ingenierías y mano de obra poco calificada. Todo esto se traduce en re-trabajos e insatisfacción del cliente.


8. Creatividad y talento no utilizados:

Por la falta de motivación y escucha a los colaboradores, se pierden ideas, aptitudes e incluso se desperdician oportunidades de aprendizaje. El tener al taleno humano bien preparado y alineado es la mayor fuente de mejoramiento continuo y por ende, reducción de pérdidas.

De una u otra forma debemos entrenarnos y entrenar a nuestros residentes de obra para identificar estas fuentes de pérdida y luego actuar para reducirlas. Así lograremos incrementar la productividad de nuestros proyectos.

miércoles, 8 de marzo de 2017

Gestión visual: Ver para crear

Sinergia es un término que tiene una connotación positiva y significa la obtención de resultados más favorables cuando una organización actúa concertadamente. Se entiende que hay sinergia cuando el resultado de un conjunto es mayor a la suma de cada uno de sus elementos actuando solos, en otras palabras cuando 1 + 1 es igual a 3. Esa se considera la principal diferencia entre un grupo y un equipo.

 

Pero, ¿cómo traducimos este concepto a la realidad de nuestros proyectos?.

La comunicación y la información compartida son puntos claves en este tema, porque trabajar en equipo implica colaboración y confianza entre sus integrantes. En las organizaciones habitualmente quienes manejan la información de una manera casi autoritaria son los jefes  y los trabajadores no cuentan con ella. La dirección divide el trabajo en tareas simples, mientras los rendimientos, costos, tiempos y muchas veces objetivos son desconocidos por quienes ejecutan el trabajo. En el mejor de los casos, cada uno maneja una parte de la información.

Entonces, ¿cómo construimos un equipo sólido a partir de un grupo de personas con diferentes habilidades y expectativas? Para empezar necesitamos objetivos comunes y un plan elaborado por todos. Luego debemos crear un mecanismo con el cual dar seguimiento al mencionado plan aterrizádolo en procesos, indicadores, especificaciones, recursos, entre otros. Para ello se cuenta con la denominada Gestión Visual.



Esta técnica nos permite compartir diariamente en un tablero o panel, toda la información relevante del proyecto. De esta forma se mejora la comunicación ya que todo el equipo mira la misma "radiografía", permitiendo así identificar y resolver con mayor facilidad los problemas. 

Los datos que generalmente se encuentran en un panel de gestión visual son: cronogramas y la implantación del proyecto a materializar. Pero es también importante compartir fechas límite, organigrama del proyecto, matriz de responsabilidades, especificaciones de calidad, mapas de proceso, indicadores, etc.

Al contar con información clara y compartida por todos, tanto por la dirección como por los trabajadores, se entiende mejor lo que está sucediendo y se ve cómo cada uno puede aportar al mejoramiento de los resultados. Además, eleva la moral y fomenta la colaboración.

La transparencia en los procesos y en las personas incrementa la confianza y el compromiso con el equipo que se ha creado, logrando encaminarlo hacia los objetivos propuestos.

Al comunicarse de esta manera, no solo se está creando un equipo sólido si no también que este equipo está creando físicamente un proyecto de construcción. De allí la importancia de esta técnica, que yo la resumiría en "Ver para Crear".

miércoles, 1 de marzo de 2017

Calidad y productividad en 5 pasos

Se puede mejorar la calidad de vida en nuestros proyectos de construcción, a partir de la creación de un entorno de trabajo, tanto en la obra como en la oficina, más organizado, limpio y seguro. Con este objetivo se inició en Toyota en los años 60 una metodología basada en cinco pasos sencillos. Ésta ha sido muy difundida en numerosas organizaciones de diferente índole, como empresas industriales, de servicios, educativas, de salud y por supuesto en empresas constructoras.


Ésta técnica de gestión se conoce como el Método de las 5 S's por sus iniciales en japonés:

Seiri: Seleccionar lo necesario y solo lo necesario. Identificar todo aquello que tiene utilidad en el area de trabajo y aquello que no la tiene, debe ser eliminado. El valor de un objeto se determina unicamente por su aporte a la consecución del objetivo del proceso. Todo lo que no contribuye, al final entorpece el proceso porque ocupa espacio o dificulta la producción.

Seiton: Organizar. Establecer el modo en el que se ubicarán e identificarán los materiales necesarios facilitando que cualquier persona pueda localizar un objeto inmediatamente y luego devolverlo a su lugar. Para conseguirlo, lo más recomendable es etiquetar los objetos con su nombre y lugar de almacenamiento.


Seiso: Limpiar continuamente. Una vez que hemos eliminado lo innecesario y hemos ordenado el lugar, es mucho más sencillo limpiarlo. Esta limpieza debe verse en un sentido más amplio, que incluye eliminar la suciedad, inspeccionar máquinas y herramientas, y finalmente detectar, eliminar y prevenir defectos.

Seiketsu: Estandarizar. El objetivo de este paso es el de mantener un entorno productivo e impecable. Para lograr esta estandarización se deben evaluar los tres primeros pasos usando hojas de verificación que deben ser aplicadas periódicamente.

Shitsuke: Mantener la disciplina. Respetar los estándares, los acuerdos, los compromisos, en otras palabras, las reglas del juego. Dicen los japoneses que "la disciplina tarde o temprano vencerá a la inteligencia". Lo cierto es que la disciplina es la base del éxito.


La clave del método es su enfoque en lo esencial: contar con información actualizada, en el lugar, el tiempo y el orden establecidos, con las herramientas adecuadas. Estos son detalles que parecen carecer de importancia si los comparamos con los asuntos formales del día a día: llenar la botácora de obra, dar seguimiento a la planilla o atender a un cliente. Sin embargo, si no se cuidan estos detalles elementales, podrán ser la causa de los problemas que se convertirán en emergencias para nuestro proyecto.

miércoles, 22 de febrero de 2017

BIM: La doble creación.




Hace unos días, mientras revisaba el libro: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen Covey, encontré un pasaje que decía: “Todas las cosas se crean dos veces. Siempre hay primero una creación mental, y luego una creación física”. Si bien, su enfoque es hacia el liderazgo, no pude evitar relacionarlo con el aporte que significa el BIM en la construcción.
 
Si recordamos, al principio los planos se elaboraban con juegos de escuadras y en grandes mesas de dibujo. Luego pasamos al CAD, donde usando un computador teníamos la posibilidad de realizar dibujos primero en 2 y luego en 3 dimensiones, todo con ventajas y desventajas.





Hasta que llegó el BIM: Building Information Model, por sus siglas en inglés, Modelo de Información de la Construcción si procuramos una traducción al español. Mucha gente lo relaciona con diseños tridimensionales, simular texturas, materiales y otros temas estéticos, que si bien son una parte, no lo son todo. La diferencia clave con el CAD está en la “I” de información. Estamos hablando de la combinación de una base de datos con el modelo tridimensional de una edificación. Allí almacenamos todo lo referente a los espacios y sus dimensiones, los materiales utilizados y sus características, elementos estructurales, instalaciones, cronogramas de obra, costos, etc.


La idea es que en este modelo virtual, tanto arquitectos como diseñadores, ingenieros de las diferentes ramas y constructores, puedan trabajar de manera colaborativa generando el flujo de información que alimente la base de datos requerida para abordar la construcción física del proyecto. En otras palabras, una doble creación: primero virtual y luego física.




Hoy hablamos de varias dimensiones: BIM 3D al modelo tridimensional que incluye arquitectura e ingenierías; 4D, gestión del tiempo; 5D, gestión de costos; 6D, facility management y 7D, gestión energética. Actualmente existe también la iniciativa OPEN BIM, a la que se han sumado diferentes empresas y desarrolladores de software con miras a conseguir la interoperabilidad entre estas diferentes dimensiones y especialidades.


 
El BIM está en evolución constante y podría decirse que tiene como objetivo fundamental: La construcción de una base de datos integrada a un modelo virtual único, mediante el flujo de información que aportan los especialistas de un equipo bajo un esquema de trabajo colaborativo y así lograr una gestión más eficiente de los proyectos de construcción.




Si quieres saber más, escríbeme y con gusto te aportaré mayor información en función de tus intereses.